BAJA ARANCELARIA PARA TEXTILES: ADVIERTEN QUE SERÁ NULO EL EFECTO EN LOS PRECIOS DE LA ROPA
Industrias prevén eventual parate de producción
Los aranceles de importación bajarán del 35% al 20% para indumentaria y calzado, del 26% al 18% para tejidos, y del 18% a 12% y 16% en hilados. Desde fábricas radicadas en el Chaco dicen que es mayor el daño por la caída del consumo interno.
Con una situación equiparable a lo ocurrido entre 2016 y 2018 por la recesión de la economía argentina , industrias que componen la cadena textil sienten el impacto de un consumo interno desplomado desde 2024 . Es esa situación la que domina la coyuntura, ya que ha generado pérdida de rentabilidad por incremento de los costos de producción , algo que viene desde el año pasado y continuará durante éste según estiman desde fábricas radicadas en la provincia. Por eso, la reducción arancelaria para importaciones del sector anunciada por el gobierno nacional aparece como un elemento secundario –por ahora-, aunque podría generar más daño en la industria en general.
Según el esquema divulgado por el Ministerio de Economía de la Nación, los aranceles de importación bajarán del 35% al 20% para indumentaria y calzado, del 26% al 18% para tejidos, y del 18% al rango de entre 12% y 16% en hilados , como un instrumento para combatir los altos precios en el rubro, con el objetivo de estimular la competencia y reducir los precios en el mercado local.
Sin embargo, hay quienes dudan de la efectividad de esa medida sobre los precios internos de la indumentaria. Para industriales consultados por NORTE, la baja arancelaria tendrá un impacto “cero” en la baja de precios de mercado en el país, ya que los importadores se quedarán con la diferencia, accediendo así a “ganancias rápidas” por esas importaciones.
En ese marco, si bien es palpable la preocupación en toda la cadena textil por el anuncio de esas medidas, el daño hecho por los ajustes en el mercado interno por ahora es mayor. Tanto que una importante textil radicada en el Chaco está preparada para frenar su producción de hilados si el mercado continúa con la virtual paralización que llevó a las industrias vender su producción por debajo de sus costos.
Un escenario parecido al de 2016-18
Empresarios consultados por NORTE aseguraron también que el actual contexto se asemeja a lo ocurrido entre 2016 y 2018, con caídas de la producción en torno al 30% por efecto directo de la contracción del consumo interno, y eventual paralización de algunas líneas como la de hilados en particular.
Un dato revelador es que, en 2024, la suba de costos en industrias textiles estuvo en torno al 120%, aunque sólo pudieron aumentar sus precios un 45% . Así, enfrentan una merma permanente de la rentabilidad –que se extenderá a todo este año, según las proyecciones-, por el aumento de costos que no se pueden trasladar a los precios de venta dada la caída de la demanda. Como consecuencia, comienzan a afectarse eslabones financieros por la extensión de los plazos de cobranzas y el aumento del capital de trabajo.
Empleo
El economista Gustavo Ludmer, especialista en el rubro textil y de indumentaria, estimó en un estudio técnico del sector publicado en Infobae, que la pérdida total de empleos industriales por la apertura importadora ascendería a unos 47.500 puestos en el país , en su gran mayoría formales y de calidad.
Por el momento, las principales industrias radicadas en la provincia no registran despidos , pero las bajas habituales de personal por renuncias o desvinculaciones con causa no están siendo cubiertas con nuevas contrataciones. En el horizonte, los empresarios observan un panorama que no mejorará en los próximos meses.
Negocios de ocasión
Para los empresarios consultados, las importaciones textiles serán sólo “negocios de ocasión”, que servirán a quienes las aprovechen para hacer ganancias rápidas , que hoy serán con estos productos, pero mañana puede ser con bicicletas o juguetes.
Por el momento, se sabe que al país están ingresando hilados y tejidos denim importados desde Brasil y China. Pero tras el anuncio del ministerio que lidera Luis Caputo, en el sector hubo mayor preocupación ya que advirtieron que, al ingresar hilo, tela y prendas terminadas, se resentirá toda la cadena. De hecho, señalaron que por precio, la importación “barrerá” con productos nacionales como medias, toallas, ropa de niños y ropa liviana de damas.
Un análisis técnico advierte sobre consecuencias en el empleo
Según una nota publicada por Infobae, el economista Gustavo Ludmer , especialista en el rubro textil y de indumentaria, realizó un análisis técnico en el que estimó el efecto que tendría la rebaja arancelaria sobre los precios de la indumentaria y, en consecuencia, sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general.
Ludmer descompone el mercado de la indumentaria en tres segmentos:
-Ropa ya importada (15%): esa fracción del mercado vería una baja directa por la rebaja de aranceles.
-Ropa que comenzará a importarse (15%): un segundo segmento que se volcaría al producto extranjero, aprovechando los menores costos.
-Ropa de producción nacional (70%): afectada indirectamente, ya sea por la baja en el precio de insumos (como hilados y telas importadas) o por presión competitiva de los nuevos precios.
Con esta división, Ludmer calcula cuatro efectos específicos:
-Caída del 11,1% en el precio de la ropa actualmente importada (15% del total).
-Caída del 2,7% en los productos que pasarían a ser importados (otros 15%).
-Caída del 1% en la ropa nacional por abaratamiento de insumos importados.
-Caída del 1,2% adicional en la ropa nacional por mayor competencia.
El efecto combinado en el precio promedio de la ropa implicaría, según sus estimaciones, una baja de 3,6 por ciento.
¿Cuánto representa eso en el IPC?
Dado que el rubro “Prendas de vestir y calzado” representa aproximadamente 5,7% del IPC Indec, la reducción del 3,6% en ese rubro implica una baja total de 0,2 puntos porcentuales en el índice general.
“Se trata de una baja marginal , incluso en el escenario optimista. El impacto se concentra en sectores de ingresos medios y altos que acceden a productos importados o de calidad media/alta. En el consumo popular, vendido en canales informales como La Salada o ferias barriales, el efecto será mínimo”, explicó Ludmer.
También advirtió el economista que la mayor presión competitiva recaerá en los segmentos formales de la industria, donde los costos laborales, impositivos y regulatorios son más altos , lo que deja en desventaja a esas empresas frente a la competencia importada.
Efecto sobre los puestos de trabajo
En su análisis, también estimó el impacto sobre el empleo. Basado en los niveles de ocupación de 2022, proyectó que un aumento de la participación importada del 15% al 30% en el mercado de la confección provocaría la pérdida de 30.150 empleos en ese segmento.
De forma proporcional, aplicó la misma variación sobre el empleo en el sector textil (hilados y tejidos), que pasaría de 107.000 a unos 98.300 trabajadores. Así, la pérdida total de empleos industriales ascendería a unos 47.500 puestos, en su gran mayoría formales y de calidad.
Ludmer aclaró que esta estimación no incluye otros impactos colaterales que traería la baja de aranceles:
-El empleo indirecto que se perdería en sectores vinculados a la cadena.
-El aumento de la informalidad en segmentos medios presionados por la competencia.
-El empleo comercial que se podría generar por mayor demanda, aunque considera que sería mínimo dada la capacidad ociosa actual.
¿Cuánto representa eso en el IPC?
Dado que el rubro “Prendas de vestir y calzado” representa aproximadamente 5,7% del IPC Indec, la reducción del 3,6% en ese rubro implica una baja total de 0,2 puntos porcentuales en el índice general.
“Se trata de una baja marginal , incluso en el escenario optimista. El impacto se concentra en sectores de ingresos medios y altos que acceden a productos importados o de calidad media/alta. En el consumo popular, vendido en canales informales como La Salada o ferias barriales, el efecto será mínimo”, explicó Ludmer.
También advirtió el economista que la mayor presión competitiva recaerá en los segmentos formales de la industria, donde los costos laborales, impositivos y regulatorios son más altos , lo que deja en desventaja a esas empresas frente a la competencia importada.
