La mayoría de los locales y el transporte funcionaron con normalidad. Comerciantes y trabajadores coincidieron en que hubo escasa circulación de personas y pocas ventas.

El tercer paro general convocado por la CGT contra el gobierno de Javier Milei tuvo impacto en el centro de Resistencia. Aunque la protesta recibió el respaldo de gremios y organizaciones sociales, el transporte público funcionó con normalidad y la gran mayoría de los comercios abrieron sus puertas. Sin embargo, comerciantes y trabajadores coincidieron en que la actividad fue mucho menor a la habitual.

Durante la mañana, NORTE recorrió las calles del microcentro y observó colectivos semivacíos, una plaza 25 de Mayo con vecinos dispersos y una circulación peatonal más cercana a un fin de semana que a un jueves laboral. Los bancos y las dependencias estatales permanecieron cerrados, lo que contribuyó a la baja afluencia de personas.

Aunque las calles no estuvieron vacías, la diferencia se notó en el ritmo de la ciudad, especialmente durante las primeras horas de la jornada y al mediodía, cuando la mayoría de los colectivos llevaban más estudiantes que trabajadores.

Los comercios vivieron una jornada con movimiento, pero sin ventas. Los potenciales clientes caminaban por la peatonal, miraban vidrieras o consultaban precios, pero evitaban comprar. «Mucho pasear, poco vender», resumió un comerciante.

Mientras tanto, los bares de la ciudad funcionaron con cierta normalidad: grupos de amigos y jubilados debatían sobre los partidos de copa del día anterior, y algunas familias aprovecharon el feriado informal para desayunar afuera.

LAS VOCES DE LA CALLE: «NO PARECIÓ JUEVES, SINO SÁBADO»

Pedro es taxista, estaba estacionado sobre la avenida Alberdi y la peatonal, y aseguró que el paro no afectó del todo su actividad: «Trabajamos prácticamente normal, lo único que no hubo son bancos, y ahí se notó un poquito la diferencia».

En la misma línea, Martín, dueño de una revistería ubicada en avenida Sarmiento e Yrigoyen, señaló que «el rubro se vio un poco trastocado», y agregó «hubo poco movimiento, pero seguimos trabajando porque vivimos de esto».

Finalmente, José Luis, canillita que estaba sobre la calle Güemes, resumió el clima del día: «No pareció jueves, sino sábado».

En la misma línea, Martín, dueño de una revistería ubicada en avenida Sarmiento e Yrigoyen, señaló que «el rubro se vio un poco trastocado», y agregó «hubo poco movimiento, pero seguimos trabajando porque vivimos de esto».

Finalmente, José Luis, canillita que estaba sobre la calle Güemes, resumió el clima del día: «No pareció jueves, sino sábado».