En el corazón del departamento San Martín, en la provincia de Salta, Alejo González, referente de la comunidad chorote, alzó su voz con un contundente reclamo: «Devuelvan el pan a nuestros hijos».

La frase, pronunciada en un video difundido en redes sociales, encapsula el profundo malestar de las comunidades originarias frente al desmantelamiento de políticas sociales y alimentarias que, según denuncian, las ha dejado en una situación crítica.

   González expresó que las medidas económicas implementadas por el gobierno nacional han provocado una reducción drástica en la entrega de alimentos y asistencia básica. «Nuestros niños tienen hambre y nuestras familias están siendo olvidadas», afirmó.

   El líder comunitario destacó que la eliminación de programas sociales ha afectado directamente a las comunidades indígenas, quienes históricamente han enfrentado condiciones de vulnerabilidad. Además, empresas agropecuarias han cercado miles de hectáreas donde los originarios solían cazar.

 La situación en San Martín refleja una problemática más amplia que afecta a diversas regiones del país. Organizaciones sociales y comunidades indígenas han reportado un aumento en la inseguridad alimentaria y la falta de acceso a servicios esenciales. La frase de González se ha convertido en un llamado a la acción, instando a las autoridades a reconsiderar las políticas actuales y a garantizar el bienestar de las poblaciones más vulnerables.

   En este contexto, las comunidades del norte argentino continúan organizándose y buscando formas de visibilizar su situación, esperando respuestas concretas que aseguren sus derechos fundamentales y el futuro de sus hijos