ALIMENTOS: LA ARGENTINA ES EL SEGUNDO PAÍS MÁS CARO DE AMÉRICA LATINA
Un reciente informe del sector privado reveló que se posiciona como el segundo país con precios más altos en alimentos y bebidas de toda América Latina, solo por detrás de Uruguay.
Esta comparación, realizada sobre una canasta básica estandarizada y aplicada a diez países de la región, incluye productos esenciales para un hogar tipo compuesto por dos adultos y dos niños.
Según los datos relevados al 21 de abril, una familia argentina necesita aproximadamente USD 557 mensuales para cubrir su canasta básica alimentaria, superando ampliamente los costos registrados en naciones como Chile, Perú o Brasil. Solo Uruguay presenta valores más elevados, con un costo promedio de USD 646 por mes.
El estudio tomó como referencia la Canasta Básica Alimentaria (CBA) utilizada por el INDEC en el Gran Buenos Aires, replicándola en cada uno de los países analizados para garantizar una comparación fiable. Para cada producto, se seleccionaron hasta cinco marcas diferentes y se promediaron sus precios en góndola.
En este ranking regional, México aparece como el tercer país más caro (USD 547), mientras que Paraguay es el más económico (USD 342), marcando una brecha significativa con respecto de la Argentina.
Factores que explican los altos precios
Según detalló la consultora Ecosur, varios factores contribuyen al elevado costo de vida en Argentina:
• Inflación persistente: en marzo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza del 3,7%, liderada por el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, que subió 5,9%.
• Estabilidad cambiaria y presión inflacionaria: Aunque el tipo de cambio oficial se mantuvo relativamente estable en el último año, la acelerada inflación interna erosionó el poder adquisitivo.
• Carga impositiva: Los impuestos indirectos sobre los productos básicos siguen siendo elevados.
• Restricciones comerciales: Las limitaciones al comercio exterior también impactan en la disponibilidad y el precio final de ciertos productos.
Los alimentos que más pesan en el presupuesto familiar
Dentro de la canasta básica, algunos productos concentran una proporción importante del gasto mensual:
• Carne vacuna: USD 138 – El ítem más costoso, con una suba del 6,1% en abril y un acumulado interanual del 65,1%. El kilogramo promedio alcanzó los $12.061, con aumentos destacados en cortes como el osobuco (+9,4%) y la carnaza (+8,1%).
• Pan: USD 72
• Pollo: USD 56
• Leche: USD 40
• Bebidas (gaseosas, vinos): USD 40
• Verduras (lechuga, tomate, papa): USD 93
Este contexto preocupa especialmente a los consumidores, ya que estos alimentos representan una parte fundamental de la dieta diaria de millones de familias argentinas.
Perspectivas para los próximos meses
Pese al intento del gobierno por contener la inflación mediante el nuevo esquema cambiario acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las empresas del sector alimenticio están presentando listas de precios con ajustes moderados para mayo, las cuales han sido rechazadas por los supermercados.
Las expectativas indican que abril cerrará con una inflación entre el 2,7% y el 3,5%, con fuertes incrementos en productos frescos, especialmente carne vacuna, frutas y verduras.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) confirmó que el valor promedio del kilogramo de carne ascendió a $12.061, con alzas superiores al 5% en varios cortes durante el cuarto mes del año.
Un desafío estructural
La combinación de alta inflación, regulaciones restrictivas y escasa competencia mantiene a Argentina en una posición crítica dentro de la región. Mientras otros países latinoamericanos logran contener el encarecimiento de los alimentos, el país sigue enfrentando una situación compleja, con consecuencias directas en el bolsillo de los consumidores.
Esta realidad refuerza la urgencia de políticas públicas orientadas a mejorar la productividad, reducir la carga impositiva y facilitar el acceso a mercados internacionales, con el objetivo de bajar los precios y recuperar el poder adquisitivo de los salarios.
Mientras tanto, miles de familias continúan viendo cómo llenar el changuito se convierte en un desafío cada vez más difícil.