ECONOMIAINTERES GENERALNACIONALES

AUMENTA LA MOROSIDAD, LAS CUOTAS YA CONSUMEN EL 19% DEL PRESUPUESTO FAMILIAR

Un informe de la consultora privada Empiria advierte que la morosidad en créditos personales y tarjetas de crédito alcanzó su nivel más alto desde la salida de la pandemia.

El estudio, basado en datos hasta julio, muestra que el stock de crédito a personas creció 2% real en junio respecto a mayo. Si bien sigue en alza, se trata del menor crecimiento interanual desde marzo de 2024. Esta desaceleración afecta a todos los segmentos, en especial al de tarjetas de crédito, que no mostró variación mensual. Los créditos personales, por su parte, crecieron 2% en términos reales, también marcando su menor avance desde marzo.

En el caso de los préstamos a mayor plazo, el crédito hipotecario fue el único con una suba significativa: aumentó 11% en junio, aunque desde niveles históricamente bajos. Los créditos prendarios también mostraron una mejora, del 3%.

   El informe destaca un fuerte aumento en la mora. En tarjetas de crédito, pasó del 2% en enero a 4,2% en julio. Los créditos personales registraron una mora del 5,6%, superando el pico de los últimos tres años. En cambio, los préstamos con garantía real —como hipotecarios y prendarios— mantienen niveles de mora estables, aunque su peso dentro del total financiado es bajo.

   Desde Empiria remarcan que la caída de la inflación es clave para recuperar el crédito de largo plazo y mejorar el entorno social. Sin embargo, advierten que en un contexto de baja inflación, las cuotas ya no se licúan automáticamente como antes, lo que representa un desafío para los préstamos de corto plazo.

   Este fenómeno ha generado que las cuotas se conviertan en una carga importante para las familias. Según el informe, el pago de deudas ya equivale al 19% del presupuesto familiar promedio, una proporción similar a la destinada a alquileres. Esto obliga a los hogares a reorganizar sus gastos y restringe el consumo.

Impacto de la suba de tasas

   Hernán Finkelstein, CEO de Pareto, explicó que el encarecimiento del dinero para los bancos —en torno al 15% por el mayor costo de encajes— anticipa un aumento en las tasas de interés de los préstamos al sector privado. De hecho, las tasas de corto plazo ya han subido, siguiendo el movimiento del costo del dinero.

   La mayoría de los préstamos personales actuales se otorgan a tasa fija, por lo que quienes ya tienen créditos no ven cambios inmediatos. Sin embargo, los bancos enfrentan una caída en su margen de ganancia, y la demanda de nuevos préstamos se verá afectada por tasas más altas y montos promedio más bajos.

   A corto plazo, se espera que el crecimiento de los saldos de préstamos y tarjetas a individuos se desacelere. Según Empiria, esto podría ser beneficioso para contener la suba de la mora hasta que la inflación mensual se estabilice por debajo del 2%.