ECONOMIAINTERES GENERALNACIONALES

CAÍDA INDUSTRIAL: LA ACTIVIDAD RETROCEDIÓ A NIVELES DE HACE 18 AÑOS

La capacidad instalada sigue por debajo del 60%.

 La industria argentina atraviesa uno de sus momentos más delicados en casi dos décadas. De acuerdo con un informe elaborado por el Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEc) —dependiente de las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe— en base a datos del Indec, la producción fabril acumula cuatro meses consecutivos de caída y se ubica en niveles similares a los de septiembre de 2007.

   Entre marzo y junio de 2025, la actividad industrial retrocedió un 2,1%, consolidando una tendencia negativa que preocupa a analistas y empresarios. Lo más alarmante es que 12 de los 16 sectores manufactureros relevados se encuentran en descenso, con un impacto especialmente fuerte en alimentos y bebidas, un rubro históricamente más resistente a los vaivenes de la economía.

Capacidad instalada en mínimos históricos

   El informe también destaca que la utilización de la capacidad instalada se mantiene por debajo del 60%, algo que ya ocurre desde hace siete meses consecutivos. Este dato refleja la coexistencia de dos fenómenos: por un lado, una caída sostenida de la demanda que genera sobreoferta; y, por el otro, una falta de incentivos para ampliar o sostener los niveles de producción.

   En términos prácticos, significa que casi la mitad de la capacidad productiva del país está ociosa, lo que constituye una señal de alerta para el empleo, la inversión y la sustentabilidad de las plantas industriales.

De la recuperación al retroceso

   El contraste con el desempeño previo es marcado. Entre abril de 2024 y febrero de 2025, la industria había mostrado una recuperación del 9%, lo que generaba expectativas de consolidación de la reactivación. Sin embargo, desde marzo de este año la tendencia se revirtió: el crecimiento interanual se redujo a apenas 4%, y los últimos meses arrojaron números en rojo.

   El relevamiento también señala que el nivel actual de la actividad industrial se ubica 13% por debajo del pico histórico alcanzado en noviembre de 2011. Esto muestra que, más allá de los repuntes coyunturales, el sector viene perdiendo terreno de manera sostenida a lo largo de la última década.

Sectores más golpeados

   El retroceso no es uniforme. Los mayores problemas se concentran en alimentos y bebidas, lo que resulta llamativo porque se trata de un sector que suele mostrar mayor estabilidad por estar ligado al consumo masivo. Esta caída podría tener consecuencias en la provisión de bienes esenciales para el mercado interno y también en el comercio exterior, ya que buena parte de las exportaciones industriales argentinas corresponden a este rubro.

   Otros sectores con bajas significativas son los vinculados a la metalurgia, la textil y la química, todos ellos claves para la generación de empleo industrial y valor agregado.

Riesgos y perspectivas

   Expertos advierten que la combinación de baja actividad y capacidad ociosa pone en riesgo la continuidad de muchas plantas, sobre todo de pequeñas y medianas empresas que no cuentan con espalda financiera para sostenerse en períodos prolongados de recesión. Esto podría derivar en cierres temporales, suspensiones o despidos, profundizando la fragilidad del mercado laboral.

   Frente a este escenario, economistas y cámaras empresarias coinciden en que se requieren medidas urgentes: desde políticas de estímulo a la producción, alivios impositivos y facilitación de inversiones, hasta estrategias para recomponer el consumo interno.

   El panorama, sin embargo, es incierto. Si no se toman medidas correctivas en el corto plazo, la industria argentina podría seguir retrocediendo, consolidando un cuadro que no solo implica menos producción y empleo, sino también una pérdida de capacidad estructural para crecer en el futuro.