POR LAS TASAS AL 80% LAS EMPRESAS BAJO PRESIÓN, EL DESCUBIERTO SE DISPARA
El endurecimiento de la política monetaria del gobierno elevó de manera abrupta el costo del financiamiento de corto plazo.
La estrategia del equipo económico para contener la suba del dólar, basada en un mayor ajuste monetario, ya impacta de lleno en la economía real. En pocas semanas, la tasa de descubierto en cuenta corriente pasó del 35% al 80% anual, obligando a muchas compañías a replantear su esquema financiero.
Hoy las empresas pagan hasta 80% anual por los descubiertos en cuenta corriente y 77% por el descuento de cheques. Este salto frena la actividad y obliga a buscar alternativas de liquidez.
El mismo efecto se observa en los cheques de pago diferido, una herramienta esencial para las pymes: allí las tasas saltaron de menos del 40% a más del 77% en algunos bancos.
Ante el encarecimiento del crédito, las empresas comenzaron a cambiar sus hábitos financieros. Hoy predominan dos alternativas frente al financiamiento bancario:
• Endeudamiento con proveedores: se intenta trasladar el costo a la cadena de pagos, extendiendo plazos de cobro y de pago.
• Mayor liquidez en caja: las compañías refuerzan su tenencia de efectivo para cubrir necesidades inmediatas sin recurrir al descubierto.
Como resultado, el stock de adelantos bancarios en cuenta corriente cayó un 11% desde mediados de julio, según datos del Banco Provincia.
Plazos fijos: casi 50% anual y rendimiento real positivo
Las tasas de los plazos fijos también suben en línea con la menor liquidez del mercado. Algunos bancos ya ofrecen rendimientos cercanos al 50% anual a 30 días, en paralelo al aumento de cauciones bursátiles y Lecaps.
De acuerdo con el comparador del Banco Central (BCRA), la Tasa Nominal Anual (TNA) para depósitos a 30 días se mueve entre 35% y 48,5%, según la entidad.
Con una inflación mensual en torno al 2%, los plazos fijos ofrecen una ganancia real: la Tasa Efectiva Mensual (TEM) llega al 4%, el doble de la variación del IPC.