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CRISIS DEL TRANSPORTE URBANO: TRES EMPRESAS PIDIERON CONCURSO PREVENTIVO

Las firmas que operan las líneas 3, 8, 12, 111 y 206 hicieron una presentación en el Juzgado Civil y Comercial 23. Aseguran que el servicio continuará mientras no haya quiebra.

Tres empresas que cubren parte del Servicio de Transporte Público del Área Metropolitana del Gran Resistencia se presentaron a concurso preventivo ante la Justicia provincial. La solicitud, que ingresó formalmente al Juzgado Civil y Comercial de Concursos y Quiebras 23, fue realizada por la socia gerente María Alejandra Mena en representación de Tiro Federal, componente de la Unión Transitoria que integra junto a Cordial SRL y Microbus SRL.

La presentación incluye las deudas vencidas y por vencer, y busca acceder al mecanismo legal para reestructurar pasivos.

El pedido fue acompañado por los abogados Augusto Arduino, Claudia Cendoya y Gustavo Larrea. Las firmas tienen a su cargo recorridos claves del sistema, entre ellos ramales de las líneas 3, 8, 12, 111 y 206. El tribunal tiene ahora un plazo de diez días para definir si concede la apertura del concurso y designa a un síndico que supervise las negociaciones con los acreedores.

Empresas en crisis y un paso «previsible»

Según explicó Larrea, la decisión de acudir al concurso responde a «un estado de cesación de pagos» que se profundizó en los últimos meses. El abogado señaló que, tras el vencimiento del preventivo de crisis el próximo 30 de noviembre, el recurso judicial se convirtió en un paso lógico para las firmas. «Era obvio que iban a acudir a estas herramientas, que son las que quedan ante esta ruptura de la ecuación económica de los servicios», indicó.

El concurso preventivo implica convocar formalmente a los acreedores para iniciar un proceso de negociación supervisado por el juzgado. Larrea detalló que el expediente quedará bajo la órbita del Juzgado Civil y Comercial 23, especializado en concursos y quiebras, donde comenzará el proceso de verificación de créditos y reestructuración de deudas. «Técnicamente se convoca a los acreedores a una negociación, es decir, una reestructuración de deuda en el ámbito de estos juzgados», precisó.

Qué pasa con los trabajadores

En este contexto, la principal preocupación recae sobre el personal de las tres empresas. Larrea reconoció que la situación de los trabajadores «es un punto crítico», aunque aclaró que el proceso concursal, por sí mismo, no implica despidos ni suspensiones automáticas.

El abogado destacó además que uno de los objetivos del concurso es justamente evitar que el conflicto se proyecte sobre el plantel laboral. «La expectativa es acordar, tanto con privados como con estatales. La deuda más grande es con el fisco, porque con los proveedores siempre se va manejando», sostuvo.

¿Qué pasará con el servicio?

Pese a la incertidumbre económica, Larrea remarcó que la prestación del servicio no se verá interrumpida en esta instancia. «Mientras la empresa no quiebre, el servicio se sigue prestando igual», afirmó. Esto significa que los recorridos actuales (líneas 3, 8, 12, 111 y 206) deberán mantenerse operativos mientras dure el proceso judicial.

«Todas las empresas que se meten en un concurso preventivo tienen como expectativa acordar», reiteró.