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EL GOBIERNO CIERRA EL ENOHSA

Tras el freno a la obra pública, Caputo adelantó la decisión de dar de baja el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, con el consecuente riesgo para las obras de acceso a cloacas y agua en todo el país. Se perderían 230 puestos de trabajo calificados. Protesta en el frente del edificio.

El ministro de Economía, Luis Caputo, no solo continuó atacando a la universidad pública y ofreciendo visiones de una economía que no se percibe en la calle durante la entrevista que ofreció anoche a LN+ sino que también mantuvo encendida la motosierra. Caputo anunció el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) al que atacó, sin denuncias, como “un antro de corrupción”. Los trabajadores del  Sindicato de Obras Sanitarias salieron a repudiar el anuncio y los dichos de Caputo y mantienen una protesta a las puertas del edificio del organismo, ubicado en Corrientes al 1750. Advirtieron que el cierre pone en riesgo las obras de acceso a cloacas y agua potable en todo el país y 230 puestos de trabajo calificados.   

“Se creó en 1995 para hacer una obra o dos pero después le encontraron la vuelta…”, sostuvo Caputo en la entrevista con el programa La Cornisa para justificar el cierre del organismo por tratarse de “una caja de la política”. “En la Subsecretaría de Servicios Hídricos había 184 obras. En el Enohsa había casi 1500. Se centralizan las obras ahí porque es mucho más dificil de auditarlo”, insistió Caputo; quien sostuvo que la Subsecretaría de Servicios Hídricos, bajo su órbita, reemplazará las funciones del organismo. 

Del freno a la obra pública al cierre del Enohsa

Caputo se refirió a la creación del Enohsa, en 1995, pero el organismo cuenta con 61 años de historia desde su creación como Servicio Nacional de Agua y Saneamiento. Desde el Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias emitieron un comuncado en el que señalaron que el Enohsa “gestiona y financia proyectos clave para asegurar el acceso al agua potable y a sistemas de cloacas en todo el país, especialmente en regiones vulnerables donde el sector privado no suele invertir”, además de brinar “asistencia técnica a los gobiernos locales, garantizando que los proyectos sean sostenibles y de alta calidad”.

Fuentes del gremio también precisaron a Página/12 que tras la decisión del Gobierno de paralizar la obra pública, se mantienen en ejecución solo 120 obras consideradas “prioritarias”, de las cuales solo cuatro están en manos de la Subsecretaria de Servicios Hidricos, mientras que las 116 restantes le corresponden a Enohsa. Entre ellas se encuentran obras del Programa Federal de Saneamiento (Profesa), otras 11 obras de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) y otras 20 financiadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Para llevar adelante esas obras, el organismo cuenta con  “230 trabajadores calificados que han adquirido vasta experiencia en la planificación y ejecución”, destacó el gremio y denunció que el Gobierno ya avanzó con el recorte de un 35 por ciento del personal desde diciembre, cuando la planta era de 358 empleados. En tanto, la Subsecretaría en la que Caputo dice que podrían transferirse las tareas cuenta con 124 empleados. 

“El Enohsa es vital”

El cierre definitivo del organismo dejaría a otras 230 familias en la calle y al mismo tiempo sin asistencia a provincias y zonas rurales, donde el acceso a estos servicios es mucho más limitado. “El Enohsa es vital, el organismo ha impulsado proyectos que llevan agua potable a comunidades que no tienen acceso al servicio y extiende la red cloacal en áreas que históricamente han estado marginadas”, advierten.

Desde su creación el organismo fue saltando por distintos ministerios de Infraestructura y Vivienda, a la Secretaría de Obras Públicas, luego el Ministerio de Planificación Federal, siguió por Inversión Pública y Servicios y después al Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda. En diciembre del año pasado, volvió a la órbita de Economía y la Casa Rosada nombró como administrador a Bernardo Bartolomé Heredia, un hombre del aliado Juan Schiaretti.

Según el ex titular del organismo durante la gestión de Alberto Fernández, Ernesto Cresto, el cierre impactará fuertemente en los municipios, ya que ninguno “está capacitado financieramente para desarrollar redes de agua y cloacas con fondos propios”. 

Además, Cresto puso sobre la mesa los números del organismos durante la gestión que el encabezó: “Hasta diciembre 2023 se ejecutaron más de 1500 obras en toda la Argentina. Más de 120 mil puestos de trabajo. Un millón quinientos mil nuevos beneficiarios de agua potable y servicios de saneamiento. Más de 1200 municipios beneficios de todas las provincias sin distinción de color político”, valoró. 

Y resaltó frente a las recientes cifras de pobreza: “Uno de los componentes más importantes de la conformación de la pobreza estructural, es la falta de acceso al agua potable y al saneamiento”.  

En la actualidad, en Argentina alrededor del 80 por ciento de la población tiene acceso a agua potable, mientras que la cobertura de cloacas alcanza aproximadamente al 60 por ciento. Sin embargo, estos porcentajes varían significativamente entre provincias y zonas rurales, donde el acceso a estos servicios es mucho más limitado, y donde está abocado el trabajo del Enohsa.