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UNIVERSIDAD POPULAR: 95 AÑOS DE COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN

Desandando recuerdos celosamente custodiados en viejos archivos, comienza la historia de la entidad que nos lleva al 10 de noviembre de 1929, cuando se plantaron las primeras bases de lo que sería la Universidad Popular de Resistencia, en un Chaco donde estaba “todo por hacerse”.

En torno a ese territorio se nuclearon hombres que echaron a transitar utopías que pusieron el alma y el cuerpo en una aventura silenciosa y obstinada. Remontando las huellas del tiempo es donde surgen figuras que fueron claves dentro de esa trama en la que se fue tejiendo, arduamente, una historia de 95 años. Y entre ellas surge la estampa y el temple de Juan Ramón Lestani, que, con sus jóvenes, intrépidos y lúcidos 20 años, formó parte de aquella asamblea fundadora en el teatro Olimpo, convocada por Antonio Taboada y Luis Marpegán, para crear una Escuela de Artes y Oficios destinada a los sectores más excluidos de la sociedad.

La Universidad Popular carga en su distinguida trayectoria una rica historia educativa. Fue fundadora de diferentes colegios en la ciudad de Resistencia, como ser el Colegio Nacional “José María Paz”; la Escuela Nacional de Comercio N°1 “Prof. Roberto Müller”; el bachillerato Provincial N° 1 y el bachillerato Lino Torres. 

Fue Juan Ramón Lestani su más apasionado ideólogo. Con su silueta magra y su modo inquieto, temperamental, fue también el que, como presidente del Concejo Municipal de Resistencia, por el Socialismo, y paralelamente en la presidencia de la incipiente Universidad Popular, se lanzó a la cruzada, en el año 38, por la cesión de un terreno, en pleno casco céntrico de la ciudad ubicado a una cuadra de la plaza central y en donde estuvo el Chaco Tenis Club, para la construcción de un edificio de características enormes para ese entonces. Y ganó la batalla de un anhelado proyecto que por esos años parecía una locura.  

Sin embargo, algo iluminaba y encendía esa “locura” de Juan Ramón Lestani, Roberto Muller y Oscar Raymundo Vargas, entre otros integrantes de la comisión directiva que coincidían con su pensamiento en un Chaco agrícola e industrial que comenzaba también a soñar con despegarse de la dependencia política en que lo mantenía el Estado nacional con el estatus de Territorio. Una autonomía imprescindible en la construcción de una identidad propia. 

La obra fue ejecutada por la empresa Moretti, Tomattis y Cía. y el edificio se inauguró el 8 de julio de 1942. Fue escenario de múltiples actividades sociales, culturales y políticas, testigo de todas las vicisitudes de la provincia y el país en el ya convulsionado siglo XX. 

En 1968, durante la dictadura cívico-militar, la Universidad Popular fue el punto de encuentro de grupos estudiantiles de Resistencia y Corrientes. Una década después, otra dictadura cívico-militar, más terrible y trágica que ninguna, la de 1976-1983, provocó un mortal daño a las universidades populares que funcionaban en casi todas las provincias. Esta situación, sumada al inicio del proyecto neoliberal, desmantela el sistema productivo industrial, disminuyendo la matrícula de estudiantes y la demanda de mano de obra con calificación técnica. El regreso de la democracia no produce un cambio en el modelo económico del país, por lo que a lo largo de las décadas de 1980 y 1990, la Universidad Popular vive una larga agonía, reduciendo su orientación a la preparación en oficios tales como peluquería, cosmetología y carpintería.

En 2002, la Argentina vive un proceso de reindustrialización y sustitución de importaciones que devuelve energía a actividades abandonadas. Esto conlleva a un resurgimiento de la demanda de mano de obra con calificación técnica. En ese contexto, en el año 2005 asume una nueva conducción en la Universidad Popular de Resistencia, con el objetivo de recuperar a la institución de la crítica situación vivida, y alinearla a la nueva realidad social. Para ello, se pretende recuperar los valores originarios de la misión y visión, que son dar respuestas al sector joven de la población que requiere una capacitación laboral adecuada a los tiempos que corren y que le permita integrarse a su comunidad de manera efectiva a través de un trabajo digno, con una propuesta de capacitación amplia y flexible, con el objetivo que cada vez sean más las personas que se capaciten en un oficio y que accedan a una mejor calidad de vida.

Tres sedes en el interior de la provincia, demuestran el más férreo compromiso por mejorar el futuro de todos los habitantes del Chaco, es por ello que jóvenes de Las Palmas, Quitilipi, y Machagai, encontraron en la Universidad Popular la posibilidad de capacitarse en busca de un futuro laboral rápido, acorde a la vorágine de la sociedad actual. Ante este escenario, se creó UP Virtual, un servicio de educación online que permite a los alumnos la posibilidad de estudiar a distancia.

En el 2016 se comenzó a construir el segundo piso de la Universidad Popular de Resistencia, el cual cuenta con ocho aulas nuevas, totalmente equipadas y un nuevo Salón de Usos Múltiples. Parte de esta construcción es la instalación de un ascensor otorgando mayor comodidad para toda la comunidad educativa. Este nuevo piso fue financiado en su totalidad con los fondos de la propia Universidad, lo cual nos enorgullece. Decía Atilio Fanti, presidente de la UP: “a partir de 2004 asumimos la conducción de nuestra entidad, que se encontraba con orden de remate y totalmente vaciada en lo edilicio, con una enorme deuda salarial y ya casi en estado final. Hicimos una asamblea en el mes de julio para tomar la decisión de vender una parcela de la propiedad con el objetivo de salvar el enorme quebranto financiero. Nos comprometimos a llenar las aulas de estudiantes y recuperar el terreno perdido, adquiriendo el lindante sobre calle Santa Fe. Ganamos por apenas tres votos, ya que varios asociados asambleístas proponían entregar todo el patrimonio al gobierno por 100 años. Quien propuso esto presidió la entidad en años en que su local se alquilaba al Estado. Felizmente pudimos imponer nuestro criterio y lo que es más importante, cumplir con las promesas efectuadas en aquella Asamblea”.

 Todo está escrito en la memoria y en los archivos que aún hoy celosamente custodia la universidad.

DIARIO NORTE