Sindicatos y el PJ volvieron a jugar juntos.

Las organizaciones gremiales lograron frenar la afhesión de algunos diputados al proyecto oficial. El 27 habría un nuevo intento de Juntos por el Cambio.

Se sabe que el justicialismo cuenta en los sindicatos con una de sus principales bases territoriales y prueba de ello -que es regla- es que dirigentes sindicales luego ocupen cargos dentro del Poder Ejecutivo (cuando el PJ gobierna), o bien como legisladores.

Hoy el justicialismo es oposición pero la relación con los gremios no se altera. Desde una mirada netamente numérica -en cifras, si se contaran aliados y sectores que hoy son parte de la estructura del peronismo o aquellos que alguna vez la integraron- tienen un número mayor que el actual oficialismo, aunque también es cierto que no hay posiciones variables y particulares de bloques y de diputados.

Ayer el sindicalismo presionó a un par de legisladores para que no ingresen a dar quorum y cayó la sesión extraordinaria en la que pretendía tratarse el aumento del porcentaje de deducciones a empleados públicos del Fondo de Alta de Complejidad (FAC) del Insssep y la elección de los representantes del Poder para el Consejo de la Magistratura.

LA OBRA SOCIAL

El gobierno quiere que los aportes de los empleados públicos y del propio Estado al FAC sea algo mayor. Aunque la idea es agregar apenas dos puntos porcentuales a los descuentos por ese ítem (pasaría de 1% a 3%), los sindicatos convirtieron al tema en una cruzada por la que jugaron a fondo. Pese a que el objetivo final es poder financiar mejor las prestaciones del FAC, que -como lo indica su nombre- atiende a afiliados que padecen cuadros de salud delicados, cuyas coberturas tienen costos elevados que se dispararon aún más con las sucesivas devaluaciones de los últimos años.

DIFERENCIAS

Además, del oficialismo firmaron el pedido de sesión extraordinaria las legisladoras de la CER Andrea Charole y Gricelda Ojeda, que luego no ingresaron en el recinto de Brown 520, aparentemente cediendo a la presión de los sindicatos del sector público.

“Nosotros firmamos para la elección del Consejo de la Magistratura, no para el FAC”, decían los pasillos parlamentarios. La intención era mantener el lugar que hoy tiene Ojeda en el órgano que remueve y designa jueces y fiscales. Para el FAC no habían dado su firma. A esto se sumó el pedido de sindicatos de no acompañar a las legisladoras gustavistas. Dentro del Frente Chaqueño el oficialismo cuenta con el voto de Juan Bergia, que entiende que es impostergable aumentar el FAC pero le faltaba uno para poder sancionar el proyecto.